Lula da Silva manifestó en las últimas horas que después de su victoria en los comicios presidenciales del año pasado logró derrotar a Jair Bolsonaro, pero advirtió que el bolsonarismo sigue activo en Brasil.
Durante un acto, el mandatario se refirió al momento en el que seguidores del dirigente conservador atacaron al juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes. "Los locos están en la calle, ofendiendo a la gente, maldiciendo a la gente", afirmó.
"Les vamos a decir que queremos que este país vuelva a civilizarse", agregó.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) señaló, además, que para combatir al bolsonarimo "extremista" restringió el acceso a las armas de fuego. "Este negocio de soltar armas es para incentivar el crimen organizado a comprar armas", lamentó.
"Lo que necesitamos es bajar el precio de los libros, abrir una biblioteca en cada conjunto habitacional", finalizó.
Nuevas medidas
Días atrás, Lula firmó decreto que limita el acceso a armas y municiones para civiles. También anula de hecho la flexibilización para la compra y venta que había propiciado Bolsonaro.
El decreto sobre el “control responsable de armas” reduce de cuatro a dos la cantidad de armas, y sus municiones, para fines de defensa personal y exige la demostración de efectiva necesidad para adquirirlas, entre otros puntos.
Disminuye además de 30 a 6 el número de armas para cazadores, tiradores deportivos y coleccionadores, y limita el horario de funcionamiento de los clubes de tiro, que además deberán operar a al menos un kilómetro de distancia de escuelas